LOS RADIOAFICIONADOS Y LOS EXTRATERRESTRES

Como en principio este un blog científico, creo que cabe comentar todo tipo de temas relacionados con la ciencia y provocar un poco de debate, y por eso se me ha ocurrido ahora volver a hablar de un tema que para mucha gente es un dogma y, en cambio, para mí es meramente pseudociencia y un gran error.
Me refiero a la presencia de extraterrestres aquí, en la Tierra, paseando entre nosotros pasando inadvertidos, si son idénticos a nosotros, para que no los detectamos, o bien, muy bien escondidos o disimulados, porque son diferentes y prefieren camuflarse para no asustarnos y no los descubramos. Por supuesto que han llegado en naves extraterrestres cuyos avistamientos denominamos OVNI, palabreja derivada de Objeto Volante No Identificado.
Lo de que los extraterrestres nos visitan es a mi parecer una idea totalmente errónea y una pena que no sea cierta ni posible, tal como comento al final de este blog. Y eso no lo considero sólo yo, cuya formación científica es más bien muy limitada, sino que el mismo Frank Drake, el hombre que ha impulsado el proyecto SETI, acrónimo de Search for Extraterrestrial Intelligence y, por tanto, uno de los científicos que tiene más fe en encontrarlos, afirma que debemos buscarlos en el espacio exterior y que es imposible que nos hayan detectado por ahora y mucho menos que se paseen por nuestras ciudades.
Sus razones para rechazarlos aquí y buscarlos fuera se basan en el cálculo del número de planetas habitables en nuestra galaxia, la Vía Láctea, y de las probabilidades de que surja vida en ellos. Si no recuerdo mal, en una entrevista en el Periódico de Catalunya, estimaba que tendrían que estar separadas en promedio entre 500 y 1000 años luz.
Por mi parte, considero que su cálculo del número de posibles civilizaciones coetáneas a la nuestra es muy exagerado (por la cuenta que le trae) y que habría que tomarlo en su versión más pesimista, puesto que la vida necesita una cantidad de factores favorables muy superior a los estimados por él. Es decir, que la vida en el universo (limitémonos a nuestra galaxia) tiene que superar obstáculos muy superiores a los estimados por Drake, aunque explicar esto exigiría una extensión excesiva para discutirlo aquí y ahora.
En la versión “pesimista” de su cálculo, desgraciadamente para nosotros no podría haber más de una 100 civilizaciones coetáneas con la nuestra en toda la Vía Láctea. Teniendo en cuenta que las dimensiones de nuestra galaxia son de unos 100.000 años-luz, esto nos daría una distancia media entre civilizaciones de unos 1000 años-luz, lo que dificultaría mucho el contacto entre ellas y, en nuestro caso, hace muy improbable que nos hayan siquiera detectado, puesto que emitimos señales de radio solamente desde hace solamente cerca de 100 años.
Digo “desgraciadamente” porque cada vez se ve más claramente que necesitamos ideas claras para no cargarnos el planeta y que nuestro paso por la Tierra no resulte ser algo tan breve que nos carguemos incluso los cálculos optimistas de Drake, quien en su versión “pesimista” estima que los seres “inteligentes” como nosotros tardaremos por lo menos 10.000 años en cargarnos toda la vida del planeta, incluida por supuesto la vida inteligente o sea a nosotros.
Así que volviendo a los que tienen fe en su visitas (léase OVNIS extraterrestres) es una pena que esos presuntos extraterrestres que se pasean entre nosotros nunca nos hayan aportado ni una sola idea científica aprovechable, ni una sola sugerencia ecológica, ni una fuente insospechada de energía no contaminante, ni alguna solución para la absorción del anhídrido carbónico o, como ahora se ha puesto de moda llamarlo: el bióxido de carbono.
Así que, si los avistamientos de OVNIS no son extraterrestres, ¿qué demonios son?
Todos los avistamientos se pueden encuadrar en 4 tipos de OVNIS que explican prácticamente todos los avistamientos confirmados por numerosos testigos que no nos hacen dudar de sus avistamientos, pues podemos estar seguros de que algo sí han visto, pues tantos testimonios no pueden ser imaginarios sino visiones reales. Otra cosa es deducir qué son exactamente esas visiones.
Unas cuantas de las manifestaciones ópticas percibidas (avistamientos) se pueden atribuir a la propagación de las ondas electromagnéticas, pues la luz no deja de ser una más de ellas y lal vista es el órgano que nos permite hablar de OVNIs. Veamos los casos diferentes observados:
Luces brillantes con estela: Son luces que atraviesan el firmamento de lado a lado a gran velocidad, especialmente de noche, pero que algunas veces son incluso visibles durante el día, dejando un rastro luminoso en el firmamento. Como dejan siempre estela, no hay duda de que son meteoros producidos por los numerosos fragmentos de meteoritos que se queman al entrar en la atmósfera y de los que, algunas veces, se encuentran restos todavía sin quemar en la superficie terrestre.
Luces brillantes en la noche sin estela: Son luces brillantes que se desplazan irregularmente y a velocidades físicamente imposibles y aparentemente superiores a la de la luz por el cielo nocturno. No son otra cosa que faros y luces potentes vistas a gran distancia, en noches de gran calma, en las que se ha producido el fenómeno de propagación transhorizonte de las ondas electromagnéticas entre capas estratificadas con inversión térmica.
Todos los radioaficionados conocemos casos de propagación transhorizonte en frecuencias de UHF (470 y 1200 MHz). También esta inversión térmica alcanza a las radiaciones luminosas. No son otra cosa que la expresión nocturna de los espejismos diurnos, espejismos que muchos han visto en los desiertos.
En su versión nocturna, la increíble velocidad de desplazamiento de las luces se debe a que son meramente una reflexión o refracción, y su punto de procedencia aparente varía enormemente con tan sólo mínimas variaciones de las capas estratificadas de inversión térmica. Desafían así en su movimiento cualquier velocidad que estimemos posible.
Platillos volantes propiamente dichos: Son observaciones realizadas durante el día en el cielo y que no dejan de ser discos de polvo que giran encajonados en capas estratificadas y que adoptan aparentemente la forma de puros cuando los discos se ven bajo un ángulo oblicuo. He visto reportajes y documentales en los que se observan perfectamente con su forma de puro desde distintos ángulos.
Esferas giratorias de plasma: Son los llamados técnicamente “rayos globulares” y que sólo han sido reproducidos en pequeño tamaño y con duraciones muy breves en los laboratorios. Estos fenómenos eléctricos han asombrado muchas veces a pilotos y humanos durante siglos, pero de los que no es nada fácil que desciendan hombrecillos verdes. Son todos aquellos fenómenos que producen efectos de bloqueo electromagnético y perturban las comunicaciones y los sistemas eléctricos vecinos, puesto que parece que crean campos magnéticos.
En la naturaleza se manifiestan en las puntas de los mástiles de las embarcaciones en forma de bolas luminosas que reciben el nombre de fuego de San Telmo, pero de ellos se ignora todo o casi todo por la dificultad de su investigación y reproducción en el laboratorio.
Entre las manifestaciones no ópticas, tenemos las célebres abducciones sufridas por algunas personas y que probablemente pertenecen a la esfera de las alucinaciones individuales, las cuales pueden llegar a convertirse en colectivas, porque yo no dudo de que muchas personas puedan llegar a autoconvencerse de que han visto lo que han soñado o imaginado. La fe hace milagros, especialmente entre los predispuestos a creer en ellos.
La prueba de que no son reales sino imaginarias son la falta de aportaciones científicas concretas que han realizado todas esas personas abducidas. Claro que, lamentablemente, siempre resulta que los que las han sufrido son gente que no tiene una buena formación científica, como si los “abductores” extraterrestres sólo se dedicaran a abducir a gente poco formada. Que tipos más raros esos extraterrestres que no quieren entrar en contacto con inteligencias destacadas de nuestro planeta.
Así que me temo que la conclusión es que los radioaficionados y la mayoría de los científicos no podemos normalmente (salvo otros problemas mentales a los que no nos corresponde analizar aquí) ser muy creyentes en cuanto a la existencia de extraterrestres que se pasean por nuestro planeta.
Pero todos tenemos la posibilidad de contribuir con nuestros PCs a la detección de otras inteligencias, cooperando con SETI@HOME y prestando nuestros ordenadores para que trabajen para ellos, analizando y procesando las ingentes cantidades de datos generados por los radiotelescopios. Puede que, gracias a vosotros, se consiga detectar alguna civilización que nos aporte alguna idea para prolongar nuestra supervivencia en la Tierra y nos permita salvarlo de nosotros mismos. Sería lo mínimo que deberían contarnos los extraterrestres si ellos mismos están convencidos de que lo han conseguido.
73 Luis del Molino EA3OG
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